Fundamento Teórico Manejo Integral del Caballo

  

 

..."DONDE EL MIEDO NO CUMPLE NINGUNA FUNCION, 

            COMIENZA A FORJARSE LA CONFIANZA"...

   

 

 

EL CABALLO COMO ANIMAL DE PRESA

El caballo en su condición de herbívoro es también un animal de presa.  

Es decir que en la cadena alimenticia obtiene su sustento de la pastura, pero sirve él mismo de alimento para algunas especies de carnívoros de mediano y gran porte que son entonces sus depredadores.

Es importante  lo que esto implica en toda su dimensión ya que es la clave que permite comprender su base instintiva y, como se ve el mundo a través de sus ojos.

 

Toda nuestra imaginación no alcanza para percibir por un segundo lo que pueda sentirse ser, un animal de presa.

Percibir  en función de la posibilidad inminente de ser atacado y muerto por otro animal….y el poderoso instinto de autoconservación al servicio de evitar que suceda.

Si lo imaginamos, seguro la palabra “conflicto” se nos volvería familiar y antes de empezar moriríamos del estrés.

Sin embargo, los caballos logran, a simple vista, una vida medianamente distendida en relación a su entorno al igual que todos los herbívoros ya sean domésticos o salvajes.

Intentando dilucidar bajo que mecanismos lo logran, podremos comprender la base de la metodología de la doma natural.

Para esto la etología o ciencia que estudia el comportamiento de los seres vivos en su medio ambiente, nos aporta información acerca del caballo en libertad o salvaje.

Los seres humanos, situados por la naturaleza en la vereda de enfrente al caballo (depredadores), tendemos a humanizar los seres que nos rodean, proyectando en ellos sensaciones, sentimientos y explicando reacciones, de acuerdo a nuestra propia percepción del medio que nos rodea.

Es decir que partimos desde una base equivocada que nos hace mucho más difícil la comunicación, ya que hablamos diferentes idiomas.

Es útil conocer las diferencias para luego diseñar una estrategia que nos permita establecer un dialecto común a las partes.

Doma natural es una metodología de trabajo que apunta a esto; DIALOGAR.

En otros sistemas de doma, el domador impone su ley al caballo dominándolo o forzándolo. De esta manera la mayor exigencia de adaptación  le corresponde al caballo, que sin comprender la meta que desea alcanzar el hombre, debe ir “adivinando” que se espera de él, lo cual implica casi siempre bastante estrés, miedo  y en ocasiones dolor físico.

En doma natural se pretende partir de la base de que el caballo no necesita pasar por el proceso de doma en absoluto, es una necesidad unilateral. 
Nada aporta a la supervivencia del caballo que nosotros lo domemos.

Partiendo de aceptar esta premisa, entonces el futuro domador comprende que la responsabilidad de transitar el proceso de doma con la mayor fluidez posible es  enteramente de él y no del caballo.

EL CABALLO COMO ANIMAL DE MANADA

El caballo vive en manadas de una cantidad variable de individuos según el clima, los recursos disponibles, etc.

Primer concepto importante; es GREGARIO o social. 
Soledad para el caballo es sinónimo de vulnerabilidad, o sea; presa fácil.

La soledad causa tristeza, inquietud, miedo, estrés, aún cuando a la fuerza se adaptan. Pero si pueden, antes se “asocian” a cualquier otro ser vivo disponible; vaca, ciervo, cerdo, oveja, perro, gato…..hombre.

Esto nos da ventaja a la hora de domar….lo usaremos a nuestro favor.

El padrillo o macho fértil es uno por manada, y si acaso permite que otro esté con él por afinidad o amistad; solo el primero servirá y preñará las yeguas.

Los potros machos, cuando llegan a cierta edad son invitados a alejarse, formando frecuentemente grupos llamados de “solteros”.
 

El padrillo protege a la manada de otros padrillos, de los depredadores,  se ocupa de mantener las yeguas reunidas (no las deja dispersarse), y en especial cumple su función reproductiva.

En su medio natural es un animal sociable, con alguna yegua de preferencia o amiga, interactúa también con los potros, pero en absoluto lidera la manada.

Existe la confusión de que por ser fuerte y mostrar comportamientos dominantes es el líder.

Otra vez, nuestra forma de ver el mundo (como depredadores que somos), nos hace ver con lógica que donde vemos un comportamiento dominante lo asociemos a liderazgo (perros, lobos, etc).

Los caballos repudian ese comportamiento. 

De un individuo dominante los demás caballos se alejan.

DINAMICA DE LA MANADA;  LIDERAZGO

El herbívoro no compite por la comida; tiene toda la que desee a disposición.

Por esto no necesitan un líder que se imponga por la fuerza; simplemente no cumple ninguna función.

Sin embargo, surge de su vida en conjunto, 
un liderazgo involuntario o natural:

una yegua veterana,  por el tiempo vivido, se vuelve más “sabia”; sabe donde conseguir el mejor pasto, cuando es prudente bajar al abrevadero, cuando un incidente que parece provocar el pánico a ella no la afecta ni la asusta, como corregir a los potrillos molestos o irrespetuosos, etc.

Y entonces, naturalmente,  se vuelve un referente que los demás siguen sin que nadie los presione a hacerlo,
(y sin que nadie se proponga ser seguido).

Otro concepto interesante y aplicable a la doma: entre los caballos un líder no domina, genera  atracción  involuntaria al SER un individuo CONFIABLE, asertivo…..y entonces es seguido por los demás espontáneamente.

La “pasta” de líder no es para todos..la mayoría se comportan como SEGUIDORES, esperando ser guiados, tal vez sea parte de los mecanismos que mantienen unido al grupo.
Esta es otra característica que nos facilita el manejo.

DINAMICA DE LA MANADA;  JERARQUIAS

Otro aspecto interesante en la manada son las JERARQUIAS.

Aquí se puede mencionar el dominio.

Continuando con la premisa de conservar energía, y del bien mayor que es el grupo como unidad, desarrollan un sistema de comunicación basado en lenguaje corporal, que promueve que cada uno ocupe un lugar determinado respecto de los demás, minimizando las peleas y las posibles lesiones.

Tienen un orden que todos conocen y utilizan comportamientos dominantes para hacerlo respetar. 
Esto se hace evidente por ejemplo  a la hora de bajar a un abrevadero y esperar siempre en el mismo orden el turno para tomar agua.

Este sistema jerárquico tiene que ver con el perfil temperamental de cada individuo, pero también con el todo o conjunto que es la manada en sí misma.

Por esta razón, si un individuo es retirado un tiempo de su manada, cuando se lo introduce nuevamente, es reconocido por los demás, pero altera por un tiempo el esquema de “acuerdos” que mantienen claros los lugares y jerarquías, provocando esto una serie de conflictos hasta que todas las partes vuelven a encajar en el todo.

Esto también lo explotamos en doma: un individuo “domina” a otro, si controla sus movimientos y su velocidad. 

Recordemos otra vez que esto no tiene nada que ver con liderazgo.

El dominio es solo una forma de mantener acuerdos evitando llegar a la pelea con el gasto de energía y el riesgo de lesiones que supone.

DINAMICA DE LA MANADA;  DOMINIO / SUMISION???

Aquí cabe hacer mención al concepto de sumisión.

Es una palabra que conlleva confusión.

En la jerarquía de dominio y sumisión de una manada de lobos por ejemplo,  el macho o la hembra alfa obtienen el dominio midiéndose en peleas con quien se determine a desafiarlos.

Entre el alfa y el resto de la manada hay una escala jerárquica que finaliza en un individuo particular, que vendría a ocupar el último lugar.

Cada miembro debe mostrar respeto a través de una serie de gestos frente a otro de mayor escala.

De esta manera el último de la manada deberá mostrarse sumiso frente a todos los otros miembros; cola entre las patas, cabeza abajo, ponerse de panza y mostrar el cuello, etc.

Es decir; la sumisión es activa.
No hacerlo implicaría falta de respeto y sería una forma de desafío que terminaría en conflicto.

No hay unanimidad en los estudios de comportamiento que avale que los caballos se sometan.

Lo que puede observarse, es que se apartan o alejan del comportamiento dominante, con disgusto y posterior indiferencia; esto no se parece a la obediencia asociada a la sumisión.

Por lo anterior preferimos hablar de “acuerdos”, “pactos” o “alianzas” entre dos individuos desempeñando los roles de líder y seguidor,

 (y no de dominante y sumiso).

 MECANISMO DE DEFENSA PRIMARIO; LA HUIDA

El caballo se defiende huyendo, está hecho para correr y desarrollar una velocidad que lo libere de su cazador.
Sin factor sorpresa de su lado, difícilmente un depredador lo alcance una vez que el caballo se  tiende  a correr.

Así que lo primero que hace es HUIR.

No puede huir indefinidamente porque esto lo agotaría dejándolo indefenso ante otro ataque.

A una distancia prudente debe parar y volverse para ver si perdió al depredador.

En este sistema de doma, al iniciar el  trabajo con  el potro dentro del corral, lo alentamos a huir; entregarse al miedo que nos tiene,  hasta que decide parar y calificar la situación de confiable o peligrosa.

MECANISMO DE DEFENSA SECUNDARIO; LA RESISTENCIA

El caballo como otra de sus defensas, de manera natural o instintiva, cuando siente presión sobre su cuerpo automáticamente reacciona “viniendo” a esa presión o volcándose con todo su peso sobre ella.   

Es un mecanismo que lo ayuda a liberarse de un depredador cuando este ya lo alcanzó o cuando lo sorprende saltando sobre él sin darle tiempo a huir.

Todo manejo utilizado al amansar un potro ya sea recién nacido o adulto implica “resetear” al caballo enseñándolo primero a CEDER a la presión que es lo contrario a lo que sabe hacer por naturaleza.

                                                                                                  

 
MECANISMO DE DEFENSA SECUNDARIO; LA LUCHA

Si fuera impedido de huir, por ejemplo al retenerlo por la fuerza, pasaría a defenderse ATACANDO.   

El uso de la fuerza genera más fuerza en contraposición, cerrando toda posibilidad de comunicación. 

Es siempre un juego peligroso porque mientras nosotros estamos luchando por lograr obediencia, 
el caballo cree estar luchando por su vida.

Un caballo atacando dispone de sus dientes, y sus cuatro patas para defenderse, recursos que utiliza con asombrosa velocidad y potencia.

PRINCIPIOS INSTINTIVOS QUE FUNDAMENTAN  EL MANEJO NATURAL

CONSERVACION DE  ENERGIA

Es un concepto cuestionable la aparente vagancia que le adjudicamos al caballo.

Un animal de presa debe conservar el máximo de energía disponible para defenderse de un posible ataque.

Mientras “pensando” como depredador, tenemos energía para recorrer grandes distancias en busca de alimento, 
“pensando” como presa, actuamos en función de la CONSERVACION de energía, para huir de un ataque que puede acaecer en cualquier momento; no desearíamos que un león nos encuentre cansados.

Trabajando en el corral, usaremos este precepto para guiar al caballo a responder afirmativamente a nuestras necesidades, porque pronto aprenderá que es la forma de trabajar menos o de moverse menos.

CALIFICACION  DE LOS ESTIMULOS DEL MEDIO AMBIENTE

Es este detalle que les permite vivir su esencia de animales de presa, sin morir del estrés; 
la CALIFICACION permanente de los estímulos del medio ambiente. Se vuelven con el transcurso de su desarrollo, muy hábiles y rápidos en determinar cuando están frente a un peligro o no.

Este perfil de conducta crea una “base de datos acumulativa” y en permanente actualización y la usaremos a nuestro favor exponiéndolo a todo tipo de desafíos que promueven su confianza en él mismo y en nosotros como líderes. 

La curiosidad es natural en el caballo, es el motor para dicho mecanismo de calificación.

Cuanto más corta su edad, mas impulso de curiosear tendrá.
Sabiendo esto, podemos utilizarlo a nuestro favor a la hora de 
comunicarnos con él y 

promoverlo a ampliar el  rango de autocontrol de su propio instinto de huída al habituarlo a confiar en él mismo y en nosotros.

COORDINACION

Otra característica usada en doma natural: 
el  potente instinto de COORDINACION o sincronicidad.

Un potro nace y en cuestión de una, o  unas pocas horas, es capaz de seguir a su madre al galope, pegado a su costado, sin atravesarse, retrasarse o tropezar.

En la manada la coordinación de las partes para un funcionamiento en unidad es la base de la supervivencia: 
en la huida, retrasarse o quedarse solo nos vuelve un blanco fácil.

Podríamos imaginarnos una manada en estampida donde todos chocaran saliendo en diferentes direcciones y tropezando?.: Fiesta de depredadores!.

Hay muchos experimentos de coordinación:
estímulos a compañeros de box separados, partos de yeguas compañeras, montando, etc.

En el corral de doma, al empezar a trabajar el potro intenta huir.

Después de aceptar que no puede hacerlo califica la situación de confiable cuando percibe que no es atacado y lo siguiente que intentará es establecer contacto, 
ya que dentro del corral la manada pasa a tener solo dos individuos; domador y potro.

Una vez que se hace el acuerdo de quien será lider y quien seguidor en esta bilateral manada, 
lo siguiente que hará el potro es intentar coordinarse con su nuevo lider porque es lo que le dicta su instinto….siempre que sepamos como (de lo contrario él será el lider….).

Al lider no se le obedece por obligación: se le confía la propia vida por decisión propia en obediencia al instinto de supervivencia. 
Por esto, para ser reconocidos como líderes debemos merecerlo inspirando confianza.

Y aquí, pueden haber sorpresas.

Inspirar confianza no es es “simular” que soy confiable. Lo soy o no lo soy.

Mi cuerpo, mi postura, mis movimientos, mi respiración,  y en especial mi energía y mis emociones deben inspirar confianza.

Los caballos exigen que nos integremos, sino la doma no será más que un compilado de técnicas y pasos para aplicar…
quien lo hace desde este lugar guiará al caballo de potro a manso  sin usar violencia, pero se perderá de conocer el inmenso placer de entregarse al vínculo que surge de la genuina confianza mutua.

Son  absolutamente más capaces de percibir la mínima incoherencia, que nosotros. 

Enviciados como estamos a pensar una cosa, decir otra y hacer una tercera,  orgullosos de nuestra comunicación verbal y exageradamente confiados en ésta y nuestra “racionalidad”, podemos quedar bastante desorientados en nuestros primeros acercamientos al caballo.

Parece “adivinar” y reaccionar aún antes que nosotros podamos poner en orden nuestras ideas.

Es bastante simple; una manada no puede permanecer en constante tensión porque moriría de hambre y estrés.

Así que se turnan en la vigilancia y cuando se percibe peligro alertan con gestos y en el peor de los casos con sonidos al grupo que está disperso y abocado a diferentes tareas (comer, descansar, dormir), 
pero este mensaje no puede ser visto o escuchado por todos los miembros.

Un cambio brusco de la calma al pánico emite una alarma silenciosa en la energía de la manada, que es como una red sintonizada en una frecuencia común.

Esta misma capacidad de sintonía les permite decodificar nuestras intenciones a través de la energía con la que nos acercamos aún cuando nuestra gestualidad quiera dar un mensaje diferente; 
por eso domar es un llamado a la coherencia y la integración:

Ser en vez de parecer…sentir, pensar, hacer en coherencia.

Viven aquí y ahora todo el tiempo, trascienden las experiencias desagradables y se abren a  confiar (su vida)  todas las veces que sepamos pedirlo,

porque si manejamos el  lenguaje apropiado, nos ven como a un igual.

No como a otro caballo; perciben que no lo somos.

No como al depredador que huele a comedor de carne que somos.

Sino como a otro ser que se comunica en un lenguaje que  entienden y al que responden, sin prejuicios, sin juicios….

                            ..el LENGUAJE de LA CONFIANZA.