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Manejo Integral aplicado a la Crianza





La crianza empieza en la selección del vientre y el padrillo adecuados, acompañar el desarrollo del  potro y asegurarle las mejores condiciones es la manera más inteligente de cuidar la inversión realizada

La propuesta implica, más que la incorporación de personal al azar y la distribución de tareas concretas, la formación de un equipo de trabajo que apunte a un manejo integral, planificado, que acompañe los potros desde su nacimiento mismo.

Que entienda la crianza del caballo, como un  todo, que inicia con el cuidado de las madres en el campo, continúa con los trabajos del potro recién nacido y en todas las etapas de su desarrollo; destete, doma, etc, hasta su partida del establecimiento.

Siendo manejados con igualdad de criterio por las mismas personas. Apuntando a fundamentar en las primeras etapas el aprendizaje, los cuidados, y el manejo necesario que le permita al potro llegar a la doma, en su mejor estado de salud, confianza y mansedumbre para pasar por esa instancia con el menor riesgo de lesiones y adaptándose lo más naturalmente posible al proceso de la doma en sí.

Mejor expuesto, sería una propuesta profesional de doma que inicia con el nacimiento del potro y culmina con el caballo entregado en el hipódromo, o  en el club,  a su futuro cuidador.

Comienza con el acercamiento a las madres próximas a parir, para que cuando se trabaje con sus potros recién nacidos, puedan reconocernos como parte de su entorno habitual y no seamos para ellas otra fuente de estrés.
Sigue la tarea de IMPRONTA de los potrillos recién nacidos.

Técnica desarrollada por el Dr. Miller, veterinario norteamericano, ampliamente probada en la crianza del pura sangre de carreras en aquel país, y en la actualidad de uso extendido en cuanto a razas o fronteras.
Basa su método en el aprovechamiento de la gran permeabilidad a los estímulos del medio ambiente que presentan los potrillos en sus primeras horas de vida, como recurso natural ya que, en un medio salvaje, de su pronta adaptabilidad  depende su vida.

El potrillo graba mucho más rápido y a un nivel de memoria mucho más profundo, en este período, aquel aprendizaje vital como reconocer a su madre, seguirla, mamar.

Imprinting es entrenamiento temprano que aprovecha y explota dicha permeabilidad  integrando fundamentos por  “capas”.

Es un período específico y limitado en el tiempo:
SOLO EL MANEJO AL NACER ES IMPRONTA
El entrenamiento en esta etapa es precoz; 
sorprendentemente rápido y extremadamente duradero.



 Solo el manejo al nacer y durante algunos días subsiguientes se considera Impronta.    Pasado ese lapso cambia la ecuación tiempo dedicado, resultados obtenidos


Inversión mínima de tiempo & beneficio toda la vida

Su mayor ventaja es que con mínima inversión de tiempo sentamos la base de la óptima funcionalidad de la vida del caballo.
Esto se cumple aún en los potros que no vuelven a ser manejados hasta su doma.
En este caso, podemos percibir la diferencia de actitud de un caballo que entra en doma y  debe  “recordar” conceptos, frente a uno que debe incorporar de cero.
La diferencia se traduce en ahorro de lesiones, a sí mismo o los manejadores, y en ahorro de tiempo para lograr un mejor grado de confianza, obediencia y rendimiento, entre otras cosas.



Imprinting se realiza velando el bienestar del potro y su madre, respetando y colaborando en fortalecer dicho vínculo,
así como la evolución saludable de ambos después del parto.



Generando un vínculo

El recién nacido presenta una natural tendencia a generar un vínculo con cualquier presencia  de  mayor  tamaño que se mueva a su alrededor (tendencia que se apaga en días sucesivos).

El uso inteligente y sutil de lo anterior  sienta las bases de una relación más cercana, dispuesta  y naturalmente confiada del caballo hacia el ser  humano. Y que además perdura por el resto de su vida.

La diferencia entre un caballo que ha sido trabajado al nacer con los que no, es abismal; la confianza, la disponibilidad y la extraordinaria flexibilidad para adaptarse a cada cambio, hacen que se vuelvan caballos sumamente fáciles de manejar, domar y entrenar.
                                       





El vínculo caballo-ser humano que se forja inmediato al nacimiento perdura  toda la vida
                                         



 Desensibilización & Sensibilización

Son los dos conceptos pilares del trabajo de impronta.
Cualquier intervención nuestra ya sea sensibilizando o desensibilizando, realizada oportunamente, se grabará de manera profunda y duradera.

Desensibilizar;
A estímulos que de manera natural hacen reaccionar a un caballo, provocando huída o defensa de su parte.
Se trabaja el descosquillado  general, a la cincha, a la presión en el lomo, al ruido,a la claustrofobia, etc.

Sensibilizar;
A estímulos (sobre todo físicos), que por asociación de ideas, se convierten en el abc, siendo herramientas con las que les enseñamos a conducirse el resto de su vida, sin el uso de la fuerza por ninguna de las partes.
 Deja sentados los fundamentos de levantar patas y manos, embozalarse, atarse, cabrestear,  girar, avanzar y retroceder, etc.


Una serie de manejos de aparente simpleza  que se convierten en una invaluable inversión a futuro en cuanto a practicidad,  ahorro de tiempo, personal para el manejo y  prevención de lesiones por miedo o resistencias.



Temperamento, carácter: personalidad

Es importante destacar  que este manejo no modifica la personalidad que desarrolla el individuo por la  combinación entre  su genética, las bases del comportamiento aprendidas de su madre y su lugar dentro de la manada.

Solo enmarca  su comportamiento para adaptarlo a la vida “productiva “  a
la que se verá sometido.
Es una herramienta para desarrollar  al máximo el potencial latente en cada uno, tratando individuos según su propia individualidad sin tener que perder tiempo            (y dinero) en ir “en contra “  de su naturaleza.


La personalidad propia del potro no es modificada por el manejo de mansedumbre, solo potencia su confianza y le da un marco referencial para distinguir comportamiento aceptable - inaceptable en relaciòn al ser humano






Beneficio extra; control  pre y  postparto de la yegua

Estar atentos a los cambios físicos de la yegua nos permite determinar con gran exactitud la fecha del parto.
Así podremos proporcionarle con unos días de anticipación el lugar apropiado para esperar el potro y donde puedan permanecer unos días hasta que este último esté fuerte para integrarse ambos a la manada.
Este manejo permite actuar con extrema rapidez si surgiera alguna complicación durante el parto,  las primeras horas o  los primeros días de vida del potro.
Como beneficio adicional al realizarse  al nacer, el imprinting permite seguir de cerca la evolución del post parto. Controlar la expulsión de placenta, la lactancia, el ombligo del potrillo, celo del potro,  etc .




Estar cerca de la yegua parida permite controlar si la lactancia es eficiente, desinfectar el ombligo, verificar la explulsiòn de placenta de la yegua, entre otros controles de prevenciòn de complicaciones post parto.


PREDOMA

Se denomina así a cualquier manejo de mansedumbre que se realice en los potros habiéndose o no realizado impronta previamente.

Este trabajo se continúa con el potro al pie de la madre, que al permanecer un tiempo estabulados o a campo,  permite la incorporación dentro de sus rutinas, de ser manoseados, embozalados, cabrestear junto a su madre,  primeras atadas, desvasados, etc, en una etapa de aprendizaje por hábito sin miedo ni resistencia.

A sí mismo, un destete controlado, que implique el menor estrés posible, para continuar luego el manejo de los potros en el campo.

Allí, la atención diaria asegura la mansedumbre, el control de su salud, y la continuación muy progresivamente lenta de la incorporación de conocimientos nuevos que serán de utilidad a la hora de domarlos (además de las tareas habituales de desvasado, pesado, dosificación de antiparasitarios, etc).

Se adapta  a cada establecimiento y la frecuencia del trabajo se determina en relación al manejo habitual del lugar; desde  intervenciones diarias, hasta semanales, quincenales o mensuales.

Predoma incluye:

Dar el frente,  embozalar, cabrestear.
Permanecer atado (no se palenquea).
Descosquillado  (al tacto, mantas, cuerdas, etc).
Levantar patas y manos (higiene,desvasado,herrado).
Flexiones laterales y ceder la nuca (base de ser  blando de boca).
Ceder a la presión en cuartos anteriores y posteriores (base de los giros).
Trabajo de lomo desde el piso sin montar (evita corcovos).
Parar, retroceder (fundamento de ser blando al frenar).
Desensibilizar al sonido (nailon, tuzadora, spray).
Bajar la cabeza y abrir la boca (base para enfrenar, administrar medicaciòn via oral,etc)
Dar cuerda a ambos lados.
Salir al lado de otro caballo (no a la cincha sino de cabresto ; útil en doma).
Opcionales;  subir y bajar del trailer, hacerlo  soguero, etc

Todas prácticas que habrá incorporado como un juego (sin la presión diaria que implica aprenderlo en doma), en su estadía en el campo. El potro llegará  así  a la doma  lo más confiado, tranquilo  y sobre todo, seguro de sí .



Ejemplo de mansedumbre aplicada a la cria; destetes spc racionados de manera individual segùn el requerimiento nutricional de cada uno. El manejo bien organizado no requiere mas personal (38 animales en cuatro lotes dos comidas al dìa un solo manejador)







La total confianza hacia el ser humano, la tranquilidad del grupo y su entorno natural, asì como la apertura mental propia de la edad, hacen que incorporar cualquier conocimiento nuevo les sea infinitamente màs simple y exige mucha menos repetición que con un caballo adulto.






Pre doma se lleva a cabo en cortas y esporádicas sesiones donde a manera de JUEGO, el joven potro continua desensibilizandose y familiarizandose con elementos y comandos que le facilitaràn el proceso posterior de doma.









Mansedumbre de pre doma ayuda a formar individuos confiados y seguros lo cual facilita el desarrollo del potencial latente en cada uno, integrando cada nuevo manejo sin miedo ni resistencias, evitando lesiones innecesarias.











Predoma se realiza a través de intervenciones esporádicas y que aprovechan los encierros para otros manejos agendados para las categorías como racionar, vacunar, desvasar. Son manejos que se realizan en los propios potreros de pastoreo de las categorías.











Es por esto que la respuesta de los potros es tan efectiva; se acompañan en su crecimiento y desarrollo sin separarlos de su entorno natural ni de su grupo, respetando sus tiempos.










DOMA NATURAL

La  doma en sí, con el mismo lineamiento de seguridad y confianza, la idea es comenzar el trabajo en un corral redondo.
Como el corral de trabajo es portátil (contamos con corral propio), es posible incluso que el potro haya sido trabajado en él en su potrero del campo con lo cual estará ya familiarizado.


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El corral portátil se compone de módulos individuales fácilmente transportables y viables de armarse en cualquier lugar accesible para un vehiculo.

Este permite como ventaja fundamental, el poder trabajar al potro (cuando inicie su doma),  sin la preocupación de tener que contenerlo.

No hay a donde escapar, ni como distraerse con lo que pasa afuera de él, porque es visualmente cerrado (se lo cubre).

No hay como lastimarse, porque no hay ángulos.

No hay necesidad de forzarlo de ninguna manera, porque si no acepta algún trabajo,  solo puede desplazarse por ese espacio sin hacerse o hacernos daño, en las primeras instancias trabaja completamente suelto.

De esta manera nunca se siente forzado por su entrenador,  y si se resiste o asusta se mueve por el corral, cuanto necesite hacerlo.
Asociando finalmente que en la tranquilidad y quietud de la persona, está su seguridad. Ya  que lejos de seguirlo o someterlo,-lo que lo asustaría mucho-  lo espera tranquilamente en el centro del corral.

Todos estos conceptos han sido desarrollados por numerosos estudiosos del comportamiento y lenguaje del caballo. Comunicándonos con ellos  como ellos lo hacen entre sí, se obtiene una muy veloz respuesta de parte de ellos. Y mucho más efectiva ya que no implica el uso de la fuerza ni el sometimiento.
Nuevamente nuestros conocimientos  en el área, se remiten a cursos  de reconocimiento a nivel mundial (norteamericanos), que han dedicado su vida a desarrollar y perfeccionar técnicas que apuntan a un trabajo  donde  la etología (comportamiento) y la utilización del  lenguaje corporal así como el sistema usado para transmitir el acierto y el error sin el uso del castigo definen lo que se da en llamar  doma natural. Concepto para nada nuevo, pero si muy perfeccionado.


El corral redondo permite también inducirlo al trabajo con riendas largas, desde abajo, para que  pueda incorporar un concepto por vez –parar, doblar, retroceder, etc-, sin tener que llevar a nadie sobre él.

Permite trabajarlo físicamente, muscularlo, antes de colocarle el peso de un jinete arriba.
Permite también, realizar las primeras montas del jinete para evaluar como lo acepta, antes de salir al campo con él.

Cuando ya realice trabajos montado, el corral permitirá calentarlo antes de montar.

Como parte de la doma debería incluirse el acostumbramiento a subir y bajar del trailer, -contamos con trailer propio para poder hacerlo-,  que marcará su seguridad y mayor tranquilidad a la hora de sacarlo del establecimiento.


La idea es  desarrollar un sistema de trabajo adaptado a cada animal  según su carácter, en la permanente búsqueda de sacar lo mejor de él y no perder el tiempo enfrentándonos o luchando contra él.
Tratando individuos según su propia individualidad, obteniendo a cambio el máximo desarrollo del potencial latente en cada uno.


                
Trabajo a la cuerda; cambios de aires al comando de voz



Desensibilización al movimiento y sonidos sorpresivos.






Desensibilización a la visión del jinete en la altura (montado).
                         



Finalmente el entrenamiento físico diario necesario para muscular y dar la preparación adecuada  a las exigencias  a las que se verá sometido al entrenar en la disciplina a la que se lo destine.

La meta es entregar animales tranquilos, bien trabajados, confiados en sí mismos y respetuosos del ser humano.

Esto último no se logra solo con buen trato.

Se logra con conocimiento para enseñar con el uso del propio lenguaje del caballo, cuales son los límites que debe respetar, respecto a la interacción con las personas.

Muchas veces se intenta compensar esa necesidad intentando dominarlos por la fuerza el castigo o el miedo, obteniendo así animales rebeldes, o estresados, acobardados o potencialmente agresivos.


Para culminar todo apunta entonces a un manejo integral, alimentación, salubridad y manejo responsable, donde el buen estado físico sea acompañado de un buen estado psíquico de los animales, con el objetivo de ganar en tranquilidad y confianza de ellos en sí mismos y hacia las personas.

No solo como forma de prevención de accidentes, sino como parte de asentar un carácter seguro de sí, tranquilo y adaptado al medio y a los cambios todo lo cual con seguridad le permitirá una concentración mayor en el entrenamiento al  que será sometido.


            

Con un manejo coherente el encierro para la doma se vivencia sin trauma y manteniendo la mansedumbre obtenida en el campo.




Voluntaria coordinación….. en lugar de esclavismo y fuerza bruta.

Amistad…. en lugar de sometimiento.

Respeto…..en lugar de  miedo u opresión.

Alegria de vivir, soltura, fluidez….en lugar de tensión, tristeza o indiferencia.

Salud,  rendimiento, buena economía para el propietario……en lugar de vicios, resistencia, lesiones, gastos extras.


       




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