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Porque Doma Natural del Caballo

"Los caballos saben hacerlo,
 es nuestra responsabilidad aprender a pedirlo"...



Porque Doma Natural?


Para empezar no se refiere al sentido literal de la palabra, ya que el caballo como ser vivo autosuficiente no necesita en absoluto de nosotros ni lo que trae consigo que lo domestiquemos y utilicemos.

O sea que desde la perspectiva del caballo la palabra natural pierde su sentido.



Sin embargo el término natural se utiliza para diferenciar el método de los otros métodos de doma.

Es importante aclarar que todos los métodos comparten algo más que un objetivo en común y no es prudente descalificar a ninguno.



Para ser breves podemos definir así:



La doma tradicional se impone dominando, utilizando la fuerza si es necesaria (el fin justifica los medios). Hay gente que aún defiende la idea de que un buen caballo se logra “quebrando” su espíritu.




La doma  racional “toma” lo que necesita dominando al caballo, pero teniendo especial cuidado de no usar la violencia para hacerlo.



La doma natural basa su método de trabajo en el estudio del comportamiento del caballo (etología).

Utiliza este conocimiento y propone un método que en vez de tomar lo que necesita del caballo, lo pide con cortesía; permitiendo que el caballo tenga siempre la opción de colaborar o no. De esta manera cuando el caballo acepta cada situación, lo hace totalmente entregado y confiado.

Esto que a primera vista puede parecer una diferencia menor con la doma racional,  se vuelve una herramienta que provoca resultados profundamente diferentes.



La genialidad de la doma natural es que el caballo siempre puede elegir (trabaja completamente suelto) y en base a elegir colaborar con nosotros en cada paso, va construyendo desde el principio un vínculo de confianza con el ser humano que promueve caballos mucho más disfrutables porque ellos mismos aceptan y disfrutan nuestra compañía, y permanecen concentrados y colaborando por su propia voluntad y no porque los obliguemos.



Hay una diferencia importante entre manejar, montar, y/o entrenar un caballo que está con nosotros en cuerpo y mente, a uno que está obedeciendo con el cuerpo en base a dominarlo, pero que está a disgusto y esperando la oportunidad de escapar de nosotros.



Buenos caballos hubieron siempre y domados con diferentes métodos.

Buenas personas que intentaron domarlos sin violentarlos independientemente del método también.

La pregunta es que tan lejos estamos dispuestos a llegar en el desafío de paciencia y respeto que propone domar un caballo con el método natural.



Implica encontrarnos a nosotros y nuestros propios límites, abrirnos a una forma de comunicación que tenemos en desuso, y reconocer al individuo que tenemos en frente, como otro ser vivo, con su personalidad, sus tiempos, sus necesidades,  construyendo un vínculo basado en la confianza y el respeto mutuos.






A cambio disfrutamos de un método de trabajo que permite a casi cualquier persona  domar sin necesidad de tener un “don” o las condiciones físicas de un atleta olímpico, permitiéndonos descubrir el placer inmenso de contar con un compañero de aventuras  y no con un esclavo!.



Este método no es para nada nuevo, pero si se ha perfeccionado mucho.

En nuestro caso en particular, seguimos el lineamiento de trabajo de varios domadores norteamericanos, porque son investigadores infatigables además de pedagogos de primer nivel.






También hemos elegido este método  porque dedica mucho tiempo al trabajo del caballo desde el suelo; esto construye una madurez en el animal que hace que sea de toda confianza al momento de montarlo, minimizando los riesgos que siempre existen y volviendo el método factible de ser aplicado por gente “normal” y no solo por personas “dotadas”.





El Manejo Integral del Caballo, propone como método de Doma Natural, una distribución de la mansedumbre en tres etapas, las cuales están relacionadas a la etapa de vida de cada potro en cuestión.






A saber:

Impronta; refiere a potros recién nacidos,

Predoma; refiere a potros de cualquier edad con o sin manejo de impronta previo,


Doma Natural; refiere a potros en edad de ser montados con o sin manejos de impronta y/o predoma previos.



Es decir que la metodología se desarrolla en tres etapas complementarias y a su vez independientes.

Si un potro recibió los manejos de impronta y/o predoma, al momento de su doma se presentará como un potro absolutamente manso y manejable por un niño.
Esta es la situación ideal ya que el ingreso a la etapa de doma se realiza sin estrés, sin riesgos de lesiones por resistencia y en plena confianza hacia el ser humano.
Un potro en esas condiciones atraviesa la doma como un entrenamiento menor, disfrutándolo y no sufriéndolo o desgastándose.

Si el potro llega crudo a su doma, entonces la misma iniciará en la aplicación de la metodología de predoma, la cual quedará integrada como antesala de la doma propiamente dicha.

La idea de este sistema llamado Manejo Integral del Caballo es optimizar los tiempos y el uso de las herramientas en pos del beneficio de ambas partes; la equina y la humana.

El conocimiento del método se ofrece de manera teórico/vivencial.

La integración de dicho conocimiento, se expresa en espiral,
hay temas que, al ir avanzando en los desafíos propuestos, se abordan en diferentes momentos con la profundidad acorde a cada uno de esos momentos.

 
Si el estudio de la base instintiva que "controla" a la especie Equus es fundamental para la adecuada y sutil aplicación de la técnica,


la vivencia junto al caballo y el camino personal de acierto y error es igual de imprescindible y complementario de lo anterior.


Los móviles son personales;
hay quienes tienen expectativas de domar su propio caballo,
hay quienes tienen expectativas de corregir comportamientos inadecuados,
hay quienes anhelan saber como se "hace" un caballo de "andar",
hay quienes anhelan conocer y compartir el mundo del caballo,
hay quienes no tienen expectativas, solo intuyen que estar cerca de los caballos les hace bien.


...la inmensa mayoría descubre que transitar El Camino del Caballo
aporta mucho más a nuestras personales expectativas, siendo una herramienta muy efectiva para conocer más de nosotros mismos.




Domar es un llamado a la coherencia y la integración:

Ser en vez de parecer...

                                      …sentir, pensar, hacer en coherencia.
 
Viven aquí y ahora todo el tiempo, trascienden las experiencias desagradables y se abren a  confiar (su vida)  todas las veces que sepamos pedirlo,


porque si manejamos el  lenguaje apropiado, nos ven como a un igual.


No como a otro caballo; perciben que no lo somos.


No como al depredador que huele a comedor de carne que somos.


Sino como a otro ser que se comunica en un lenguaje que  entienden y al que responden, sin prejuicios, sin juicios….


                            ..el LENGUAJE de LA CONFIANZA.




                  

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