Translate

Comunicación con El Caballo; EL JUEGO

Para empezar a conocer el mundo a través de los ojos del caballo, es buena idea iniciar conociendo la serie de características instintivas que signan su comportamiento.


Hoy analizaremos una en particular; el principio de conservación de la energía.

Muchas veces se cataloga al caballo de vago o falto de voluntad.

Como animal de presa que el caballo es, conservar disponible la energía para una posible estampida puede ser la diferencia entre la vida o la muerte.

Sin embargo, evitar el movimiento por completo implica un estado físico inadecuado que se volvería en sí mismo un obstáculo para la propia supervivencia.

Cual es la variable que establece el equilibrio?; 
EL JUEGO.

El juego está presente desde las primeras horas de vida del caballo; en cuanto logra un poco de coordinación intenta jugar, primero solo, y rápidamente con su primer compañera de juego; su mamá.















Quien ha tenido el privilegio de observar una manada interactuar, ha podido verificar como a ciertas horas, los potros se invitan a jugar entre sí, convirtiendo las propias ganas de jugar en una actividad dinámica de intercambio.




 El juego es la principal escuela del reino animal.

En el caso del caballo desarrolla el estado físico necesario para poder huír a toda carrera, o resistir un desplazamiento prolongado.




Es excelente mecanismo de desgaste del excedente energético.

Desarrolla las habilidades sociales, y las destrezas necesarias en la lucha y la huída.

Cuando el potro es privado del contacto con sus pares, necesitará compensar la ausencia de esta importante herramienta fundamental en su desarrollo.

La vida en manada comprende la auto regulación del grupo y sus comportamientos.
Los machos en desarrollo juegan a luchar y morder como forma de desarrollar habilidades para su futuro rol de padrillo.
La obtención de nutrientes a través del pastoreo durante la mayor parte del día, canaliza la necesidad de morder.





La cuida temprana exige impedir el intercambio y el juego con los otros.

Para empeorar lo anterior, la ingesta de raciones concentradas limita el tiempo dedicado a "morder para alimentarse", y eleva la energía del joven caballo.

El potro canaliza su necesidad de morder como puede.

Según su temperamento y si la actividad física es poca para su estado energético, comenzará a canalizar su deseo de morder a través de las personas que lo manejan.

Si a esto se suma una represión inadecuada, pronto pasaremos del juego a la lucha y sin querer lo habremos entrenando para que nos lastime.


Dependiendo de los rasgos de su personalidad, su manera de compensar será más o menos evidente y más o menos peligrosa para sí mismo, las instalaciones y quienes lo manejan.






El peligro inherente en privar del juego al potro, es el desarrollo de vicios de comportamiento.


La cuida temprana puede generar desequilibrio;
falta de intercambio social, rutinas con poco desafío físico.






El potro trasciende la línea y comienza a convertirse en un riesgo para sí mismo y quienes lo manejan. 

Dependiendo de los rasgos de su personalidad sus necesidades no cubiertas se expresarán en frustración y esta en agresividad.

Privarlo no es la salida; volverá a compensarlo.


La salida del laberinto?

La creatividad es la clave para diseñarle un manejo adaptado a sus necesidades.

Funciona mucho más distraer que reprimir.



De igual manera, ser creativo e integrar el juego a los manejos de rutina de un potro, canalizará su necesidad de intercambio y de desgaste obteniendo a cambio un animal dispuesto, coordinado y complaciente.












                          Manejo Integral es Bienestar Animal







No hay comentarios:

Publicar un comentario